LA MEDITACIÓN


Muchas veces creemos que la meditación es cosa de los monjes budistas en el Tíbet, a muchos kilómetros de altura y sin ningún tipo de estímulo externo. Si bien es cierto que meditar en el Tíbet debe ser fascinante y que los monjes son expertos en la materia, no quiere decir que personas comunes que vivimos en la caótica ciudad, estemos ajenos a este gran placer.

Meditar es vivir el aquí y el ahora. Sin ir al pasado, sin adentrarte al futuro. Ser consciente de tu entorno presente y de tu respiración. Cuando te encuentras en el Ahora, eres una persona perfecta sin ningún tipo de problemas. Estás es un estado neutral de conciencia, donde no hay alegría ni tristeza, no hay miedos ni preguntas. Sólo hay respuestas y paz.

 

Llegar a este estado puede parecer un poco difícil, incluso muchas personas piensan que no es para ellos. Y nada más alejado a la realidad. Puedes meditar caminando, en tu casa, en tu trabajo, durante dos minutos, durante dos horas. Es decir, las opciones son infinitas de acuerdo a tu realidad. Recuerda que la realidad no es la realidad, es cómo tú la percibes. Desde Formación Energética, queremos que la energía esté al alcance de todos. Es nuestro lema. Pero no sólo la energía. También queremos que todas estas técnicas que en principio, pueden parecer difíciles o imposibles, las pongas en práctica en este preciso instante. Si estás leyendo este artículo, también puedes meditar.

 

 

Consejos para empezar a Meditar:

 

  1. En primer lugar tener claro que si es la primera vez, es posible que no logres tus objetivos, sin embargo, con la práctica lo lograrás más rápido de lo que piensas. No importa en el lugar dónde te encuentres. Lo importante es adoptar una postura cómoda, con la espalda recta. Tanto como lo permita tu condición física. La energía del Kundalini viaja por la columna y mientras más recta esté, mucho mejor.
  2.       Concéntrate en tu respiración. Observa como respiras. Inhala con conciencia y lleva tu aire hasta el diafragma. La respiración diafragmática es la que nos aporta más claridad y relajación. Inhala y exhala y préstale atención a tu cuerpo. Repite este ejercicio de 3 a 5 veces.
  3.       Sé consciente de tu entorno, pero ajeno a él. Como cuando un niño aún está en el vientre materno. No permitas que el ruido exterior o las personas que te rodean te hagan perder la concentración. Todo esto siempre consciente de tu respiración. Sé consciente de tu cuerpo, de tus pies, de tus piernas, de cómo estás sentado, de tu tronco. Observa desde dentro como tu cuerpo reacciona a tu entorno. Envíale mensajes de tranquilidad a tu mente. Todo está bien, todo está en orden. Puedes mantener los ojos abiertos si el entorno no es coherente con que los mantengas cerrados, pero si puedes cerrarlos, mejor.

 

 

Este pequeño ejercicio puede tomarte 5 minutos. Cambiará tu aura y te pondrá en un estado mucho más tranquilo. 

Anímate a probarlo. Cualquier duda no dudes en ponerte en contacto con nosotros desde el formulario de contacto.

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Si no eres principiante, podemos facilitarte otros métodos de meditación más profundos. No dudes en contactar.