EL TAROT
HISTORIA
El tarot es una baraja de naipes que, además de servir para jugar, se usa a menudo como medio de "adivinación" del pasado, de la situación presente del consultante y algunas veces del futuro, por lo que constituiría un tipo de cartomancia.
Sus orígenes datan al menos del siglo XVI, no teniendo fundamento llevar sus raíces más atrás en la historia.
Durante mucho tiempo las cartas de tarot permanecieron como un privilegio de la clase alta y, aunque pueden rastrearse hasta el siglo XIV algunos sermones arrojaban invectivas contra el demonio inherente a las cartas, la Iglesia Católica Romana y la mayoría de los gobernantes civiles no condenaban habitualmente las cartas de tarot en los primeros tiempos de su aparición. De hecho, en algunas jurisdicciones las cartas de tarot estaban específicamente exentas de normas legales que, por el contrario, prohibían el juego de cartas.
Respecto de las cartas denominadas Arcanos Mayores, 22 en total, como juego, sólo se muestra el número en romano en cada carta, más una decoración que es la misma en cada carta. En las variedades para la interpretación esotérica, cada arcano representa una imagen de carácter arquetípico, con numerosos simbolismos. En muchos mazos de Tarot, estas cartas tienen usualmente un número en romano y un nombre. Aunque existen mazos que solo tienen la imagen, los Tarots más viejos no tienen ni número ni nombre para estos arcanos. Asimismo, el orden no se encuentra estandarizado. De cualquier modo, los nombres y numeraciones para cada carta son las siguientes:
I. El Mago (Le Bateleur)
II. La Papisa o La Sacerdotisa (La Papesse)
III. La Emperatriz (L'Impératrice)
IV. El Emperador (L'Empereur)
V. El Papa o El Sumo Sacerdote (Le Pape)
VI. El Enamorado (L'Amoureux)
VII. El Carro (Le Chariot)
VIII. La Justicia (La Justice)
IX. El Ermitaño(L'Hermite)
X. La Rueda de la Fortuna (La Roue de Fortune)
XI. La Fuerza (La Force)
XII. El Ahorcado (Le Pendu)
XIII. (Normalmente no tiene nombre, se le suele llamar El Arcano sin nombre o La Muerte (La Mort))
XIV. La Templanza (Tempérance)
XV. El Diablo (Le Diable)
XVI. La Torre o la Casa de Dios (La Maison Dieu)
XVII. La Estrella (L'Étoile)
XVIII. La Luna (La Lune)
XIX. El Sol (Le Soleil)
XX. El Juicio (Le Jugement)
XXI. El Mundo (Le Monde)
Sin número. El Loco (Le Mat)
Se ignora cuándo se comenzó a usar el tarot para adivinación pero no hay ejemplos documentados antes del siglo XVIII, si bien hay evidencia del uso adivinatorio de cartas similares en 1540. La técnica "adivinatoria" se basa en la selección aleatoria de cartas de una baraja especialmente dedicada a este arte. Una vez realizada la selección y tendidas las cartas, se interpreta el sentido de las cartas en relación con el futuro del consultante utilizando como base argumental tanto la carta en sí misma como su posición en relación a las otras al ser expuesta.